La tarde del día 5-5-09 la quería dedicar a las limícolas que continúan migrando, pero pocas veces (casi nunca) uno decide lo que la naturaleza le va a ofrecer.
Águila pescadora (Pandion haliaetus)
Así, además de milanos, ratoneros y cernícalos, este Águila pescadora evolucionaba por la ría del Asón a la altura del Regatón en Laredo. La foto es mala pero me parece que está anillada y me sorprendió por lo avanzada de las fechas.
Zarapito trinador (Numenius phaeopus)
Yo a lo mío, los limícolas. Todos lejísimos, con plumajes preciosos pero fuera del alcance de mi objetivo. El único que se puso a tiro fue este Zarapito trinador, pero tenía sus razones.
Nada menos que un cangrejo para merendar. Tenía la esperanza de que volviese el Águila pescadora y levantara toda la limicolada, cuando escucho una algarabía y alzo la mirada.
Águila calzada (Aquila pennata)
Me llevo otra sorpresa, un Águila calzada (fase clara) atosigada por cornejas y gaviotas.
Suficiente para levantar a los Chorlitos grises (pluvialis squatarola), alguno de ellos con plumaje nupcial.
Águila pescadora (Pandion haliaetus)
Así, además de milanos, ratoneros y cernícalos, este Águila pescadora evolucionaba por la ría del Asón a la altura del Regatón en Laredo. La foto es mala pero me parece que está anillada y me sorprendió por lo avanzada de las fechas.
Zarapito trinador (Numenius phaeopus)
Yo a lo mío, los limícolas. Todos lejísimos, con plumajes preciosos pero fuera del alcance de mi objetivo. El único que se puso a tiro fue este Zarapito trinador, pero tenía sus razones.
Nada menos que un cangrejo para merendar. Tenía la esperanza de que volviese el Águila pescadora y levantara toda la limicolada, cuando escucho una algarabía y alzo la mirada.
Águila calzada (Aquila pennata)
Me llevo otra sorpresa, un Águila calzada (fase clara) atosigada por cornejas y gaviotas.
Suficiente para levantar a los Chorlitos grises (pluvialis squatarola), alguno de ellos con plumaje nupcial.
Con ellos, Correlimos gordo (Calidris canutus) con sus galas estivales. Esto es lo más cerca que estuve de ellos.
En Colindres, un Halcón peregrino (Falco peregrinus) cicleaba tomando altura a cierta distancia de las aves sedimentadas en la marisma.
La técnica utilizada para cazar correlimos es muy sencilla. A bastante distancia inicia un picado cogiendo velocidad. Los correlimos levantan vuelo al menor atisbo de peligro y esto no le viene mal al halcón, acostumbrado a cazar a sus presas al vuelo.
En lugar de hacer el ataque directamente en el picado, el peregrino voló a ras de la superficie del agua con una velocidad considerablemente mayor que la de sus potenciales víctimas.
En la foto se puede ver a la rapaz enfilando hacia su presa. Sin embargo, los correlimos tienen sus técnicas de huída. El mantenerse en grupo les favorece ya que al halcón le resulta más difícil centrarse en un individuo. Además su vuelo en zig zag es tremendamente útil ya que su enemigo carece de la maniobrabilidad necesaria y, o lo atrapa a la primera o lo más seguro es que se vaya con las garras vacías.
En este equilibrio de fuerzas, el correlimos fue el vencedor en esta ocasión y el halcón marchó en busca de nuevas oportunidades.
Unas horas después me asomé a Alday (Camargo) y cuando contemplaba una pareja de Cercetas carretonas que nadaban junto unos ánades reales, éstas levantaron vuelo, mientras los azulones continuaban tranquilamente.
Como diría Dylan "la respuesta está en el viento". Un Aguilucho lagunero sobrevolaba la marisma y las cercetas, que pesan menos de la mitad que los ánades, se vieron en el punto de mira. Pequeños dramas diarios, de los que los aficionados a la naturaleza disfrutamos, pero que nos deja bien a las claras la dureza y crueldad de ésta, cuando se observa sin tapujos.
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