Mientras observaba los vencejos comunes en Rasines (Cantabria), un elegante Vencejo real (Apus melba) me sobrevoló a gran altura. Por lo inesperado y la gran distancia a la que me pasó, sólo pude sacarle esta foto. En el Atlas de la aves de España del 95 no figura como nidificante por las cercanías, así que igual tiene valor esta cita. No obstante, el año pasado ya lo había visto por la zona pero al ser a finales de agosto los consideré migrantes. Volveré por la zona a ver si descubro algo.

Mucho más abundantes, los vencejos comunes vuelan estos días en grupos familiares inundándolo todo con sus estridentes chillidos.



Otros especialistas aéreos, golondrinas y aviones a pesar de su parecido y para sorpresa del profano, pertenecen a órdenes y familias completamente diferentes a los vencejos. Hirundinidae los primeros y Apodidae nuestro protagonista, cuyos familiares más próximos son los Colibrís.
Son unos de lo migrantes que más tarde nos visitan y antes desaparecen. Uno de los primeros días de agosto, notaremos una ausencia llamativa y es que los ruidosos grupos de vencejos habrán decidido marchar y les echaremos de menos hasta el siguiente año (que depre). Los pequeños nacidos este año no volverán a posarse hasta dentro de 2 años, cuando alcancen la madurez sexual.

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