
Con este rimbombante nombre denominan el fenómeno meteorológico que estos días ha azotado las costa cantábrica con vientos de 150 km/h y olas de hasta 15 mts.

Ayer el viento era tan fuerte que veía a las gaviotas posicionadas para volar hacia el Oeste y se desplazaban irremediablemente hacia el Este. A última hora de la tarde el pase de Alcatraces (Sula bassana) era impresionante y se podía disfrutar desde cualquier punto de la costa.

Una odisea para las aves y un espectáculo para los ornitólogos.
En la playa de Laredo, dos Gaviotas enanas (Larus minutus) descansaban junto a cabecinegras, patiamarillas y sombrías. Cuando he ido a por la cámara han desaparecido, una lástima.
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